Llegaron a mi caótica vida en Abril 2020, cuando estaba aterrada de no saber qué pasaría, y volvieron a darle sentido y calma a esos días.
Me enorgullezco tanto de sus aprendizajes, porque fueron adquiridos en un mundo incierto y requirieron esfuerzo para ser interiorizados. Me enorgullezco de la dedicación con que enfrentaron el estudio y de la fuerza que demostraron en cada momento. Me enorgullezco de ver que usaron este año para crecer y me permitieron ser parte de ello.
Cada generación tiene detalles que hacen que permanezcan en el recuerdo de una profe como yo, y en medio del caos del pasado 2020 me queda en el alma la sensación de haber creado junto a cada estudiante un camino único, que estoy segura les dará mucha satisfacción.